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PNL: Introducción

Definir la PNL no es tarea sencilla, ya que esta disciplina se define y se conoce mucho mejor, a través de la práctica de la misma.

Podemos definir la Programación Neuro Lingüística o PNL como “el estudio de la experiencia subjetiva”, o “una forma de aprender adulta.”

La PNL tiene sus orígenes en las investigaciones publicadas en 1973 por Richard Bandler (Informático) y John Grinder, (psicólogo) quienes sostenían básicamente que la mente y lenguaje, se pueden programar y en consecuencia, actuar sobre el cuerpo y la conducta del individuo.

A esta conclusión llegaron después de estudiar a fondo la forma de trabajar de tres terapeutas de la época: Virginia Satir, pionera en el campo de la terapia familiar sistémica, Milton Erickson, introductor de la hipnosis en el campo de la psicoterapia y Fritz Perls creador de la terapia Gestalt.

Estos tres terapeutas, aun utilizando técnicas muy dispares obtenían resultados extraordinarios con sus pacientes. Eran, podemos decir, los mejores en su campo.

Del modelado de estas tres personas, es decir, del estudio de sus patrones de comunicación y actuación, nació lo que hoy conocemos como PNL.

PNL y coaching están muy relacionados. En el anterior post, hablábamos de que las conversaciones son una de las herramientas fundamentales que tiene el coach para acompañar a su cliente en los objetivos que este persigue. A través de conversaciones poderosas, el cliente aprende, cambia, avanza hacia sus metas. Y la PNL analiza la comunicación, el lenguaje, las presuposiciones que hacemos al expresarnos.

Un ejemplo sencillo y básico que puede ayudar a los fumadores:

Cliente – “Mi objetivo es dejar de fumar”

Si analizamos esta afirmación, podemos ver cierta connotación negativa, en el sentido de que, pensar en dejar de fumar hace que automáticamente pensemos en síndrome de abstinencia, ansiedad, pasarlo mal una temporada etc…

La PNL postula, entre otras muchas cosas, que el objetivo HA DE ESTAR EXPRESADO EN POSITIVO, ya que programarnos hacia lo que queremos conseguir y no hacia lo que no queremos mantener nos facilita la consecución del mismo.

A través de preguntas, de recapitular lo que el cliente reflexiona, el coach ha de hacer ver esta necesidad al cliente. La conversación, podría en cierto modo, seguir así:

Coach – “¿Qué ganarás cuando hayas dejado de fumar?”

Cliente –“Hombre, ganaré en salud, respiraré mejor, saborearé mejor las cosas, me fatigaré menos… “

Coach – “OK, todo esto que me explicas ¿te parece tentador y apetecible?

Cliente – “Si, la verdad es que me apetece mucho volver a saborear los alimentos al 100%”

Coach –“Después de haber hecho esta última reflexión ¿puedes redefinir ese objetivo que me comentabas al principio?”

Cliente –“Definitivamente, quiero ganar en salud”

Personalmente, pensar en “ganar salud” me programa hacia pensamientos como, correr más rápido, respirar mejor, ser más flexible… ¡mejorar! Mucho mejor que pasar el “mono” ¿no crees?

Para terminar con esta introducción a la PNL, te planteo un par de preguntas:

¿Tus objetivos están planteados en positivo? ¿Piensas normalmente en lo que quieres para ti en un futuro, o en lo que quieres eliminar de tu vida?

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