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Marcos y Reencuadres II

En un artículo anterior hablábamos de la labor del coach en cuanto que éste tiene que reencuadrar, o reenmarcar a las personas para así, superar creencias y actitudes rígidas.

Hoy, siguiendo con este tema, comentaremos dos nuevos recursos, utilizados por el coach para esta labor.

EVIDENCIAS

Siempre es aconsejable remitirse a las evidencias sensoriales. Eso comporta tratar con la propia experiencia y considerar qué datos aparecen. Preguntaremos “¿Que sientes exactamente..?¿Que oyes… ves..?” Apelar a la experiencia sensorial es un buen antídoto para nuestra tendencia a omitir datos relevantes, expresarnos con vaguedad, usar términos abstractos, generalizar, sentenciar, especular, presuponer de forma infundada… mecanismos mentales mediante los cuales distorsionamos la realidad o nos alejamos de ella.

Cuestionemos, desafiemos la distorsión “¿Concretamente, a que te refieres? o “¿Como sabes que esto es así?” o “¿Eso quien lo dice?” o “¿No hay excepciones?”.. el metamodelo del lenguaje de la PNL desarrolla estas cuestiones.

APRENDIZAJE

Muchas personas adultas no desean cometer equivocaciones, arriesgarse a fracasar.

Les parece que esto atentará contra su autoestima. Resulta muy liberador plantearse que lo que llamamos fracaso es en realidad un “feedback”, una respuesta sobre lo que no funciona. Cada contratiempo es una oportunidad para aprender. Sólo podemos aprender a partir de lo que no sabemos y experimentamos. Estamos ante uno de los presupuestos de la PNL. Es célebre la respuesta del inventor Edison a un periodista:

  • “Debió de ser duro fracasar miles de veces antes de dar con la solución.”
  • “No fracasé miles de veces. Sólo aprendí miles de formas de no hacer una bombilla”.

Éstos son, entre otros algunos de los métodos que utilizará el coach para reconciliar a su cliente con la realidad. En posteriores artículos completaremos esta serie de reflexiones sobre los marcos y reencuadres.

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