Rafael Echeverría, sociólogo de de Universidad Católica de Chile y doctor en Filosofía de la Universidad de Londres, es autor de importantes publicaciones relacionadas con el mundo del Coaching como El búho de Minerva (1990), Ontología del lenguaje (1994) y La empresa emergente, la confianza y los desafíos de la transformación (2000).
En la entrada de hoy os queremos hablar sobre Ontología del lenguaje, obra en la que se cimienta el Coaching Ontológico y que nos propone una reflexión para vernos y conocernos desde otro punto de vista en relación a nuestros actos lingüísticos como seres humanos.
En relación a esto, Echevarría hacer referencia en el capítulo 3 a las afirmaciones y a las declaraciones como dos tipos de actos lingüísticos que pueden definirnos:
“Para hacer determinadas declaraciones es necesario tener la debida autoridad. Sin que tal autoridad haya sido concedida, estas declaraciones no tienen validez y, por lo tanto, no tienen tampoco eficacia. Sin embargo, hay un vasto rango de declaraciones que no requieren de una concesión social de autoridad, sino que están asociadas a la propia dignidad de la persona humana. Así como el dignatario, por ocupar una posición de autoridad, tiene el poder para efectuar determinadas declaraciones que la sociedad reserva sólo para algunos, de la misma forma, toda persona humana tiene el poder de efectuar determinadas declaraciones en el ámbito de la propia vida personal y en cuanto ejerza tal poder asienta su dignidad como persona. Una sociedad de hombres y mujeres libres es precisamente aquella sociedad que reconoce y sanciona socialmente los derechos que guardan relación con la dignidad de la persona humana. Ello se relaciona directamente con el reconocimiento de que el individuo, por el simple hecho de serlo, tiene autoridad para efectuar determinadas declaraciones.”
En este sentido, el autor presenta seis tipos de declaraciones que pertenecen a este ámbito de autoridad personal: la declaración del “No”, la declaración de aceptación del “Sí”, la declaración de ignorancia, la declaración de gratitud, la declaración del perdón y la declaración de amor.