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La importancia de las conversaciones

La conversación es la principal herramienta que tiene el coach para acompañar a su cliente y de ahí la importancia del lenguaje verbal, y por supuesto no verbal de ambos. La rama del coaching que explora las conversaciones como herramienta fundamental, es el coaching ontológico.

Como decíamos en el post anterior, el coaching es una relación de acompañamiento, y añadimos ahora que básicamente éste se realiza mediante conversaciones. La conversación es la principal herramienta que tiene el coach para acompañar a su cliente y de ahí la importancia del lenguaje verbal, y por supuesto no verbal de ambos. La rama del coaching que explora las conversaciones como herramienta fundamental, es el coaching ontológico. La consultora Newfield Consulting, pionera en este tipo de hacer coaching, postula que: “Nuestras conversaciones nos constituyen, que ellas determinan nuestra forma particular de ser. Que si queremos saber cómo somos y por qué nos pasa lo que nos pasa, buena parte de esas respuestas las encontramos explorando la forma cómo conversamos con los demás y con nosotros mismos. Las conversaciones son la clave para penetrar en el profundo misterio del alma humana.” Diseccionar una conversación en pedacitos para que el coachee se de cuenta de cosas que hagan que mejore de cara a sus objetivos, es uno de los trabajos principales del coach. Un ejemplo de este tipo de conversaciones podría ser: “Cliente – Quiero aprobar el examen, pero se me hace difícil estudiar últimamente. Coach – ¿Qué es lo que más difícil te resulta de ponerte a estudiar? Cliente – La verdad es que no se por donde empezar.” Puede parecer que decir “no se” es una declaración sin mayor transcendencia, pero sin embargo es todo lo contrario. Declarar “no se” implica acceder al umbral en el que al menos, se que no se, y por lo tanto me abro al aprendizaje. Es aquí donde el coach sigue diseccionando ese “como empezar a estudiar” para que el coachee supere esa barrera y al final consiga su objetivo, que es aprobar el examen. En definitiva, las conversaciones que mantenemos con nosotros mismos (nuestro diálogo interno), como con los demás, definen nuestra realidad. En un tono más distendido, os lanzo otro ejemplo: No es lo mismo declarar “Es feo pero es ¡tan rico!” que “Es rico pero es ¡tan feo!” La Programación Neurolingüística será una disciplina que el coach utilizará para diseccionar estas conversaciones, pero sobre ésta ya seguiremos hablando en posteriores post. Os dejo con un par de preguntas reflexivas ¿Qué tipo de conversaciones tienes contigo mismo? ¿Pones atención a lo que te dices a ti mismo y a cómo te lo dices?

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