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Etapas de la vida de un Equipo

Os transcribimos la visión que Viviane Launer, MCC por la ICF, tiene sobre las etapas de la vida de los equipos. Este artículo esta extraído de el libro “Coaching. Un camino hacia nuestros éxitos” Desde el punto de vista de las personas participantes en él, el equipo pasa por las siguientes etapas:

INCLUSION Las personas se saben y se sienten miembros de un equipo. La necesidad de aceptación y el temor al rechazo tienen un papel muy importante; en consecuencia, algunos miembros pueden mostrar ansiedad o introversión. A veces están encubiertas y casi irreconocibles, o pueden expresarse por sus opuestos: relajación o extroversión forzada y muy aparente. El líder aparecerá como modelo a seguir, sobre todo si ha sido elegido o designado sin la participación del equipo.

AFIRMACION La confianza generada hace que los individuos comiencen a reafirmarse; por tanto, comienzan las manifestaciones de poder y las primeras escaramuzas fronterizas por la extensión de los límites de poder de cada uno. Si esta etapa está mal dirigida, la vida del grupo se convertirá por una lucha sin cuartel dominada por la ley de la jungla, la del poder del más fuerte

COOPERACION Alcanzar esta etapa requiere del Coaching para mejorar los resultados y acelerar el proceso de consolidación de la dinámica interna, Tal vez sea conveniente mantener cierto grado de tensión para evitar que el exceso de confianza entre los miembros del grupo derive en un exceso de delegación de trabajo de unos en otros, lo cual acabaría por dañar a la estructura misma del equipo (no solo al ambiente del desempeño).

La bandada de gansos

Miles de gansos emigran cada año y en su camino son innumerables las dificultades que deben vencer: enormes distancias, fuertes vientos, cazadores furtivos o el propio cansancio por el gran esfuerzo.

Sin embargo, no afrontan solos ese desafío, ya que se unen en bandadas para potenciar sus fuerzas y vuelan en forma de Vpara reducir la resistencia al viento.

Coordinan sus movimientos en la misma dirección y su velocidad es constante, producto del esfuerzo compartido. La cohesión de la formación les permite no sólo afrontar las turbulencias del viento, sino aprovecharlas a su favor. Ningún ganso individualmente, por más veloz y resistente que sea, logra obtener resultados similares, volando solo..

Cuando el líder se cansa, se retira al último lugar de la formación para recuperar fuerzas. Otro ganso lo reemplaza manteniendo el rumbo y la velocidad de vuelo, siempre marcado por el líder. Los demás alientan con su graznido a aquellos que hacen el mayor esfuerzo. Si alguno de ellos cae herido, uno de sus compañeros lo protege y acompaña hasta que está en condiciones de retomar el vuelo. Finalmente cuando están próximos a llegar a su meta, cambian la estructura de su formación para tocar tierra, suavemente en una armónica ola.

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