Una disciplina y una profesión en auge
Según el Estudio Global de Coaching dela ICF 2016, se estima que hay aproximadamente 53.300 coaches profesionales en todo el mundo en comparación con los 2.100 coaches profesionales en 1999.
Los indicadores de tendencia apuntan que aun siendo una disciplina reciente se ha convertido en una profesión en crecimiento y cada vez son más las vertientes en las que se puede aplicar el Coaching.
El Coaching como palabra nació en el ámbito deportivo. El entrenador, “coach” en inglés, aplica además de las técnicas del deporte al que haga referencia también otras técnicas centradas en la persona. Con el Coaching Deportivo se ha introducido en los entrenamientos el concepto de motivación, liderazgo y autoestima. Se ha podido constatar que los entrenamientos físicos más intensos no equivalen a mejorar resultados. Los resultados dependen de la persona y cada una es diferente: su motivación, sus valores, sus creencias, su autoestima y su capacidad de liderazgo y autoliderazgo.
Es cada vez más frecuente tener un Coach tanto en equipos como en deportistas con el objetivo de acompañar a los deportistas para trabajar la parte emocional y de esta manera conseguir resultados excepcionales nivel individual o grupal y mejorar su bienestar.
Por otra parte el Coaching se puede aplicar al ámbito personal, llamado “Coaching personal” “Coaching Profesional” o Life Coaching”. En este caso se trata de personas que desean alcanzar un objetivo, superar un obstáculo, potenciar sus competencias o talentos y en general ampliar su perspectiva y el liderazgo de su vida. Para poner algún ejemplo el Coaching puede ser aplicado a diferentes situaciones: realizar un reto profesional, un objetivo personal, mejorar las relaciones interpersonales, familiares, amorosas, etc.
Cuando el Coaching se aplica al ámbito empresarial u organizacional se denomina “Coaching Ejecutivo” cuando se desarrolla a los ejecutivos o “Coaching Corporativo” cuando se trabaja en el ámbito de las organizaciones y empresas. Es habitual que las empresas u organizaciones públicas o privadas recurran a los servicios de un Coach para acompañar en los procesos de liderazgo de sus empleados así como para la consecución de objetivos de comunicación interpersonal, aumentar la motivación y la efectividad tanto del trabajo individual como en equipo.
Podemos ver que independientemente del ámbito en que se aplique el coaching éste se sustenta en una relación basada en la confianza entre coach y cliente que se desarrolla a través de unas sesiones con una periodicidad y un objetivo marcado por el cliente. A lo largo de estas sesiones el cliente tiene el espacio para la introspección, aumentar su conciencia sobre si mismo y sobre la realidad, potenciar sus capacidades, aumentar su perspectiva y su responsabilidad, así como aumentar su capacidad de generar cambios favorables
En todas las formaciones de Coaching del Instituto Superior de Coaching se prepara al Coach para que pueda establecer procesos de Coaching de forma efectiva. Así mismo se proponen las competencias de Coaching como habilidades básicas para todos los individuos para aplicar en su vida diaria.
Las sesiones de Coaching y su éxito se miden, independientemente del ámbito donde se aplique el Coaching, con unos indicadores externos de desempeño y unos indicadores internos de éxito.
Ejemplos de medidas externas incluyen el logro de los objetivos de coaching establecidos al comienzo del proceso de coaching. Las medidas externas se seleccionarán en función de temas en los cuales el cliente tenga la capacidad para influir directamente.
Ejemplos de medidas internas incluyen evaluaciones de auto calificación que se pueden realizar desde el comienzo, en las fases intermedias y finales del proceso de coaching. Algunos de estos indicadores pueden ser los cambios en la autoconciencia del individuo y en la conciencia de los demás, cambios en el pensamiento que crean acciones más efectivas y cambios en el propio estado emocional que impulsan la autoconfianza.
En conclusión el Coaching, desde sus inicios vinculado al ámbito deportivo, se ha ido expandiendo y sigue en auge gracias al éxito de sus resultados. Su versatilidad hace que se puede aplicar en prácticamente todos los contextos donde el protagonista sea la persona y la finalidad última sea la búsqueda del bienestar del cliente, una búsqueda que también se alinea a los objetivos del Instituto Superior de Coaching cuya misión es difundir el coaching en todos los ámbitos y formar a los futuros Coachs con todas las garantías y certificaciones nacionales, internacionales y universitaria, con una metodología propia de un Instituto pionero en Coaching desde 2004.